Preocupados por cuánto y qué, hemos olvidado preguntarnos cómo. Ponte a gusto el viaje esta por empezar.

Recorriendo caminos, capaces de distinguir y evaluar situaciones, vemos desde lo que recibimos y actuamos desde ese filtro… Así coordinamos acciones a medida que ampliamos nuestro rango visual.

Imagínate esta escena: estás en reunión en donde unos llegan como pueden, y otros pueden porque llegan, una orden se ha dado, cada uno de los presenten han traído lo solicitado. Sin embargo, no lo que requieres. ¿Qué ha pasado?, ¿Cómo termina la historia?

Un baile entre la descripción y la creación. Nuestro lenguaje danza a ritmos distintos.

Coordinando acciones a través de la dignidad, la ignorancia, la completud, los basta, el perdón, el poder, el reconocimiento, el amor y la gratitud.

Se creado una historia sobre mí, sobre lo que dicen, sobre lo que cuento y lo que cuento de otros. Este relato me lo cuento y otras veces me lo narra. ¿Puedo enfrentarlo o me lo vivo como verdad absoluta?

A un artesano se le encargo una tarea. ¿Cómo ejecutarla sin experiencia, sin evidencias y sin referencias? ...

Si lo conseguí ¿Por qué ahora no podría? ... ¿y lo qué no he conseguido?, son las dudas que suturan.

¿Cómo se llega? Por la edad, por lo que hago o por física inercia.